domingo, 23 de septiembre de 2007

La Lengua de las Mariposas

Recapitulando la primera vez que mis compañeros universitarios me vieron con los ojos llorosos jajaja.

“Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes
al mundo, te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.”

(Antonio Machado)

Han sido varias las ocasiones en las que hemos escuchado hablar sobre como el lenguaje, herramienta fundamental para la comunicación humana, afecta nuestra forma de percibir la realidad y de constatarla como verdad. Dentro de la película La Lengua de las Mariposas un pequeño de 8 años se ve a sí mismo construyendo una realidad a través de lo que ha escuchado acerca de la escuela, de las contradictorias enseñanzas de su madre, su padre y Don Gregorio, su maestro.

Es una época difícil en España, a comienzos de 1936, un tiempo para elegir partido y encarar la guerra civil que habría por venir. Es en este ambiente cuando Moncho llega por primera vez a la escuela, en medio de un revoltijo de ideologías republicanas, de extrema derecha y un tanto comunistoides.

Somos testigos, a través de la cinta, de cómo va cambiando la percepción de Moncho acerca de las cosas que le rodean, al principio tiene miedo de ir a la escuela, pues ha escuchado que los maestros dan palizas, sin embargo sus miedos se apaciguan gracias a Don Gregorio, su maestro un tanto liberal y humanista que enseña a “Gorrión” (Moncho) los principios de la libertad, el respeto, el amor y la amistad. Además Don Gregorio es un maestro poco común, enseña a sus alumnos una metodología activa, propagando en sus alumnos semillas de curiosidad e interés, con las cuales los lleva a ser tanto críticos como reflexivos y no aprenderse las cosas “de machete” como lo hace el cura de la iglesia.

Por otra parte tenemos a la madre de Moncho, Rosa, una ferviente creyente católica y “una mística” como diría el padre. Ella le enseña a su hijo sobre la existencia del cielo, Dios, el infierno y el demonio. Las cosas, según su punto de vista, son como son, lo demás es pecado. Es una buena mujer, aunque conservadora, que hace todo para asegurar el bienestar de su familia.

El padre de Gorrión es republicano, esto le hace camarada del profesor de su hijo y le decide hacer un traje “pues entre amigos no hay principios que valgan”. Es el representante, junto con sus compañeros, de la República. Un día de fiesta nacional en la que se hace una especie de comida en el campo, es el momento en el que Gorrión se percata de la tensión política en España, pues escucha la conversación entre sus padres cuando su madre ve la Guardia Civil y los demás cantan la siguiente canción:

El rey no tiene corona,
que la tiene de papel,
que la que tenía de oro
se la quitó Berenguer.
El rey no tiene corona,
que la tiene de cartón,
que la corona de España
no la lleva ningún ladrón.

Existen dos escenas en la película en donde se distinguen perfectamente las posiciones entre Don Gregorio, Rosa y el padre. En la primera tenemos a Moncho preguntándole a su madre acerca de la existencia del cielo y el infierno:

(Moncho) – ¿Y el demonio?
(La madre) – ¿El demonio qué?
(Moncho) – Que si existe.
(La madre)– Pues, claro que existe. Era un ángel pero se hizo malo. Se rebeló contra Dios. Camino del infierno se iba poniendo pálido. Por eso le llaman el Ángel de
la Muerte.
(Moncho) – ¿Y si era tan malo, por qué no lo mató Dios?
(La madre) – Dios no mata, Moncho.

La segunda se trata acerca de la conversación que tiene el pequeño con su maestro:

(Moncho) –Cuando uno se muere, ¿se muere o no se muere?
(Don Gregorio) – ¿En su casa qué dicen?
(Moncho) –Mi madre dice que los buenos van al cielo y los malos al infierno.
(Don Gregorio) – ¿Y su padre?
(Moncho) – Mi padre dice que de haber juicio final, los ricos se irían con sus abogados. Pero a mi madre no le hace gracia.
(Don Gregorio) – ¿Y usted qué piensa?
(Moncho) – Yo tengo miedo.
(Don Gregorio) – ¿Es usted capaz de guardar un secreto?
(Moncho asiente con la cabeza.
(Don Gregorio) –Pues, en secreto, ese infierno del más allá no existe. El odio, la crueldad: eso es el infierno. A veces el infierno somos nosotros mismos.

Al final del filme, las distintas versiones de la realidad que adopta Moncho a lo largo de los últimos meses, se encuentran en conflicto, se ve acorralado entre un cierto sentido de conservación y la lealtad a lo que su maestro le inculcó. Se nos presenta el conflicto de ideas y actitudes de las cuales hablábamos al principio de este trabajo pues al ver a su maestro salir del edificio con las manos atadas y la frente en alto, Gorrión lo ve como un amigo en peligro. No obstante, la insistencia de su madre y luego el ejemplo de su padre que con lágrimas en los ojos le grita “¡Rojo! ¡Traidor! ¡Homicida!”, lo llevan a insultarle como lo hacen los demás, pero después utiliza palabras que él le enseñó “¡tilonorrinco! ¡espiritrompa!”, ¿Qué nos dice esto? ¿Qué estaría pasando por la mente de Gorrión mientras tomaba la piedra de suelo y perseguía al camión? ¿No es acaso éste un proceso por el cual pasamos todos cuando niños?

Somos enseñados lo que es bueno y lo que no lo es. Somos sometidos a ideas y comportamientos ya sea por la presión social, la tradición o simplemente porque “así siempre ha sido y así deberá de ser”. Nos enseñan que la bigamia está mal, que decir groserías es erróneo, que la homosexualidad es anormal, que el comunismo no es más que una tontería, una dictadura, y así llegamos a pensar que esas enseñanzas son verdades absolutas, se vuelven doctrinas, y lo vemos como algo natural. Sin embargo, no son otra cosa que reglas impuestas y comunicadas por otros humanos.

¿Qué derecho tenemos de juzgar a un hombre por las reglas de comportamiento social y castigarlo a nuestra complacencia? Quizá ha visto mas allá del conformismo material que nos corroe hoy en día o simplemente a actuado con respecto a sus principios. ¿En qué momento se define la línea entre una realidad aceptable y otra que no lo es?

Tal vez en unos años Moncho se dirá:


"Nunca vi los estambres del lirio, pero vi los ojos muertos de un hombre que aun vivía cuando subió a un camión cuyo destino de cunetas apartadas y nucas amoratadas de pólvora no se le escapaba. Nunca vi los cristales de nieve pero sí que vi a un hombre morir antes de que su corazón lo supiera, lo vi morirse al serle arrebatada la libertad. Nunca vi la lengua de las mariposas pero sí oí el lenguaje de aquel hombre: un soñador, un símbolo, una idea, un maestro, uno más... uno menos".


Como conclusión podemos decir que, es difícil dejar de notar en la película la puesta en práctica del ideal que surge a partir del lenguaje: las palabras, las imágenes y la música, que en su conjunto nos muestran distintas realidades que conforman parte de la historia de, no sólo un país, sino también de las emociones humanas.


Bibliografía y Filmografía:

- CUERDA, José Luis. 1999ª. La lengua de las mariposa.s (DVD).

-La Lengua de las Mariposas. http://72.14.203.104/search?q=cache:p1r18UyJIFMJ:www.auladecine.com/recursos/lengua_mariposas.pdf+la+lengua+de+las+mariposas&hl=es&gl=mx&ct=clnk&cd=15. 23/septiembre/2007.

- La Lengua de las Mariposas. http://www.tierrademaiz.com/index.php?option=content&task=view&id=193&Itemid=2. 22/septiembre/2007

3 comentarios:

Alewee dijo...

En este mundo de las relaciones humanas, siempre tan complicadas, el hecho de que las personas crezcan con esta imposición de normas tan rígidas, intolerantes, solo lleva a una confusión de identidad conforme los individuos crecen, derivando del choque entre el deseo de perseguir los instintos o apegarse a lo que se cree es lo correcto...
En mi caso, solo quiero agregar: AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA JAJAJA!
Te quiero Paty

Anónimo dijo...

ah no se si en algunos años moncho se dirá eso, pero de haber existido, ya seguramente estará muerto... jaja

Anónimo dijo...

bueno, de flores vengo yo cargado -pero también de lectura atenta y de marcador rojo-, pero llego y leo y me doy cuenta de que no fueran bastantes las que conmigo cargo, me hacen falta más, o todavía, palidecen y quedan melladas frente a lo que tú escribes, mijita. definitivamente, hay personas a las que se les da eso de escribir (como a ti) y otras que no dan ni una en eso de dejar correr la tinta y los renglones (como a mí). una muy linda, pero además de linda -conmovedora- justamente escrita, reseña. a mí sólo me preocupa que dejes de escribir así como ahora tú escribes, porque entonces vas a empezar a escribir aún mejor -y sabes que eso es posible- y entonces sí ya no sé que voy a hacer con la admiración que te tengo y me vas a obligar a decir palabras que yo no debiera de decir. ¡en fin, felicidades, mujer!