lunes, 17 de septiembre de 2007

Después de todo, todos somos polvo...

En carta a Malwida von Meysenburg(14 de enero de 1880), Nietzsche es sincero:

" ¿Tiene usted buenas noticias de Wagner? Hace años que no sé nada de él. También él me ha abandonado. Mucho tiempo antes que tal cosa sucediera sabía que Wagner se separaría de mí en cuanto percibiera el abismo existente entre nuestras aspiraciones (...) Pienso en él con un duradero agradecimiento, pues le debo una de las más fuertes excitaciones hacia la libertad espiritual. La señora Wagner, ya lo sabe usted, es una de las mujeres más encantadoras que he encontrado en la vida, pero no sirvo en lo absoluto para nuevas amistades; ni siquiera para reanudar las antiguas. Es demasiado tarde."

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